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Iñaki Oyarzabal: «Hace falta una limpia importante en el PP madrileño»

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Iñaki Oyarzabal para Jot Down 0

Tras entrar en la ejecutiva del PP declaró públicamente su homosexualidad. Durante años se enfrentó a ETA y, un tiempo después, al ala más dura de la derecha española. Iñaki Oyarzabal (Vitoria, 1966) defiende las posturas del PP que le homologan con el liberalismo y la democracia cristiana europea. Su fondo de pantalla del móvil es un escudo de la Casa Real. Se niega a tener que avergonzarse o a esconder aquello en lo que cree.

El gusanillo por la política te entró de crío en una cena con Adolfo Suárez.

Siempre me atrajo la política. Cuando tenía trece años mi padre se sorprendía porque le pedía que me comprase libros sobre la UCD, los liberales, la socialdemocracia, la democracia cristiana. Me tragaba todos los debates del Parlamento que daban por televisión. Cuando se rompe UCD y Suárez funda el CDS, tuve la oportunidad de acudir a una cena con él, yo tenía quince años. Me lo presentaron, le escuché y me metí en su partido.

En aquella época te señalaban en el colegio si no eras nacionalista. A mí, por ser del CDS, me llamaban facha. Me llevé un guantazo en la calle por llevar un llavero con el escudo de la Casa Real. Mi reacción fue poner una bandera española bien grande en mi carpeta. Me quise rebelar contra la imposición de ese pensamiento único, contra el abertzalismo obligatorio. Tuve claro que los que no éramos nacionalistas teníamos que dar la cara. Porque, además, veíamos cómo asesinaban a padres de conocidos nuestros, cómo otros se marchaban de Euskadi por amenazas ante la indiferencia de las instituciones vascas y una sociedad que miraba para otro lado. Esa vergüenza fue la que nos empujó a la política.

¿Provenías de una familia de derecha española o fue una decisión individual?

Mis padres no estaban en política, ni afiliados a ningún partido. Son personas de centro, moderadas, nada sectarias. Tengo familiares que votan al PP y otros que votan al PNV, un hermano de mi madre estuvo en la cárcel por antifranquista a principios de los setenta. Me inculcaron el valor de la tolerancia y el respeto a todas las ideas.

¿Cómo viviste los sucesos de Vitoria de 1976?

Tenía nueve años. Lo viví con una radio que, en función de dónde ponías la rueda, hasta podías escuchar las emisoras de la policía. Se intuía una batalla campal. Noté la preocupación que había en mi casa por la tensión política de aquellos días.

¿Qué opinas de que una magistrada argentina haya ordenado a la Interpol la detención de Rodolfo Martín Villa por aquello?

Me parece ridículo, no estoy en absoluto de acuerdo. Se están tratando de instrumentalizar los sucesos del 76. Convertir un exceso en una carga policial en un juicio sumarísimo.

En ese «exceso en la carga policial» disolvió a los manifestantes con disparos de bala.

Hubo muchísimas cargas policiales y en una de ellas unos policías utilizaron, desde luego excediéndose, y yo estoy convencido de que sin una orden política superior, armas de fuego para defenderse en un momento en que se vieron rodeados por la multitud, acorralados. Se debería haber actuado contra estos policías y reparar efectivamente a las víctimas, pero tratar de hacer un dibujo de una intencionalidad política de aquellos acontecimientos no responde a la realidad.

De tu adolescencia ha trascendido que un año suspendiste todo, alguien ha colgado tus notas escaneadas en Internet.

Han tratado de hacer mucho daño con eso. Tuve una adolescencia complicada, en un momento determinado creí que la mejor manera de enfrentarme a mi padre era sacar un montón de suspensos. Hice muchas tonterías, me enfrentaba con los profesores, etc… Mi padre era exigente y mi principal obsesión en aquella época era llevarle la contraria. Luego me motivó a montar mi propia empresa y eso me hizo espabilar.

¿Por qué sacan tus notas de los quince años para descalificarte?

Ocurrió por primera vez en 1998, me habían nombrado portavoz de Educación del PP en el Parlamento y tuve que criticar duramente la política lingüística del Gobierno Vasco. Y entonces se buzoneó por media Vitoria un papel, el que han escaneado años después para colgarlo en Internet, con mis notas de 2º de BUP.

Llamé al colegio para preguntar cómo era posible y me dijeron que ellos destruían los boletines de notas a los diez años, que esa información solo podía haber salido de la propia administración vasca, incumpliendo su deber de guardia y custodia. Era delito difundirlo.

Resulta gracioso que una campaña ilegal contra ti que hicieron desde el nacionalismo vasco luego haya sido reciclada por la derecha española.

Sí, años después y siendo ya cuarentón, volvieron a la carga con mis notas de 2º de BUP, pero esta vez las difundía Intereconomía. Trataban de descalificar mi trayectoria. Soy consciente de que para una parte de la derecha extrema soy un peligroso centrista; mi condición sexual les repatea y mi apoyo a Rajoy les encabrona.

Iñaki Oyarzabal para Jot Down 1

¿Cómo viviste los años duros en Euskadi?

Los ochenta, los años de plomo, fueron seguramente los más duros. A veces el bombazo te pillaba cerca, pero lo vivías desde la barrera. En los noventa, cuando mataron a Gregorio Ordóñez, cambió todo. Habíamos tenido con él un encuentro de Nuevas Generaciones del País Vasco ese domingo, yo las presidía entonces, y lo mataron al día siguiente. A partir de ahí empezaron a asesinar a políticos del PP. Estábamos en la diana. Cayeron muchos compañeros, fue la etapa más dura y triste del PP vasco. Sin duda la más difícil para nosotros y nuestras familias. Casi no recuerdo detalles de todo aquello porque tratábamos de no pensar para que no nos venciera el miedo.

Formas parte de la que se conoce como «generación Miguel Ángel Blanco».

En el año 95, cuando nadie se atrevía a presentarse, fuimos los jóvenes los que decidimos ofrecernos como candidatos en los pueblos más difíciles. Uno de los que dio el paso fue Miguel Ángel Blanco. El PP obtuvo concejales en sitios en los que nunca habíamos tenido representación. Yo tenía veintiocho años, Borja Semper dieciocho… Basagoiti, Quiroga, Ramón Gómez y muchos otros decidimos dar la cara. Los mayores, quienes tenían familia e hijos, vivían con una presión mayor, lógicamente. Nosotros hacíamos sufrir a nuestros padres. Algunos se afiliaban y nos pedían que no les mandasen cartas del PP a casa para que sus familias no se enterasen.

Sufrimos el señalamiento y la presión social. Militar en el PP vasco en aquel momento y durante todos esos años significaba defender nuestras ideas y currar sin esperar nada a cambio. Al contrario, ponías en riesgo tu negocio. Eso era ser del PP vasco. Tener valor, como tenía en Álava un concejal de un pueblo próximo a la capital, que trabajaba de barrendero en Vitoria. Lo podías ver con los escoltas mientras barría las calles.

Los que aspiraban a una brillante carrera profesional en el País Vasco no se significaban con el PP. Lo mejor para ellos, si tenían cercanía a nosotros, era que no se supiese. Por eso igual no hemos tenido a la gente mejor preparada dentro del partido, pero sí a la más valiente. Para mí es un orgullo. Nadie se metió en el PP para pillar, para eso tenías que arrimarte al PNV o al PSE, que gobernó con ellos muchos años. El PNV ejercía una hegemonía social total y, mientras, ETA y Batasuna hacían el trabajo sucio.

También hubo víctimas en el PNV.

También, pero pocas. Algún empresario que no quiso pagar. Pero el PNV no estaba señalado, no sufría presión ni persecución. Esto sonará como suene, pero es la realidad.

¿En esta situación de amenaza continua no se radicalizó también el PP?

Mayor Oreja durante muchos años representó un PP moderado, sensato, que quería crecer buscando espacios más allá de nuestras siglas, entre quienes nunca nos habían votado. Aunque sufríamos el azote terrorista, teníamos un discurso de centro. Pero un día esto cambió, a partir de 2001, tras la decepción electoral de aquel año. Nuestro discurso se tornó agrio, numantino en exceso. Comenzamos a alejarnos de un electorado moderado que no lo compartía.

He preguntado por ti y varios me dicen: «Ah, el tío que se cargó a María San Gil».

Todos en el PP Vasco estuvimos con María San Gil, pero su última etapa estuvo caracterizada por el aislamiento, dejó de compartir las decisiones con sus propios compañeros, se volvió desconfiada. Pasó del discurso de «Batasuna es ETA», que compartíamos, a «el PNV y hasta el PSOE de Zapatero también son cómplices de ETA». Muchos pensamos que fue un error. En todo caso, hay que entender que dirigió el partido en momentos muy duros y que cualquiera puede equivocarse. María creía en lo que decía, es una persona honesta, creo que la enredaron. La quisieron utilizar contra Rajoy.

Yo lo único que hice fue hacer público que sí creía en Rajoy y que apostábamos por un PP centrado y abierto, capaz de dialogar y entenderse con los demás. Por eso se nos trató de traidores desde sectores de la derecha mediática madrileña. Fíjate, con lo que habíamos sufrido y lo que habíamos pasado, queríamos un partido sin rencor.

Porque en el País Vasco lo rancio es el PNV, ellos son el establishment. Y en los pueblos, lo fácil es ser de Bildu. Han impuesto el abertzalismo. En el País Vasco lo difícil es ser del PP, eso significa rebelarse. Y si esta es nuestra seña de identidad, ¿por qué no va a ser el PP un partido centrista y abierto? Nosotros no somos los conservadores del País Vasco. Antes en el resto de España nos reconocían el valor y nos elogiaban y ahora en Madrid algunos han llegado a insultarnos por la calle. Por eso se ha ido Basagoiti.

Losantos ha dicho que has atacado a las víctimas.

Me he pasado la vida defendiéndoles. Pero es una pena que en Madrid algunos sectores muy radicales las hayan querido instrumentalizar. Todo el dolor que hemos sufrido en el País Vasco lo han querido rentabilizar políticamente, pero esa ha sido la derecha más radical de Madrid. Yo no comparto la frase de Mayor Oreja de que las víctimas siempre tienen razón, y menos los que hablan en su nombre sin serlo.

Algunos de los que se han opuesto a vosotros dentro del PP vasco han terminado con cargos en la Comunidad de Madrid, como Nerea Alzola o Santiago Abascal.

Hubo un tiempo en que a los que insultaban al PP vasco y a Rajoy les colocaban en la Comunidad de Madrid. Algunos, creo, solo hicieron las declaraciones que hicieron para conseguir un puesto, aunque solo fuese de tertuliano en El gato al agua o en EsRadio. Para mí lo coherente es defender nuestra postura en el País Vasco, no hacer declaraciones para que nos aplaudan en el barrio de Salamanca. Siempre he querido hacernos entender allí. El nivel de rechazo que provocábamos era brutal.

En estos últimos años, cuando hemos mantenido posiciones de firmeza, no han tenido reflejo en Madrid, las han ocultado. Buscaban que se nos viese como unos tíos que han renunciado a los principios. Como blandengues. Necesitaban dar crédito a su teoría de la traición. Algunos de esos se han ido a VOX; gente que siempre ha estado en la política a sueldo. Los que yo conozco, al menos, siempre han estado cobrando. Abascal, por ejemplo, pidió y consiguió un puesto de asesor en la subdelegación del Gobierno con solo veinte años. Casi desde sus comienzos empezó cobrando y luego se abonó a lo que Esperanza Aguirre llama las mamandurrias. Esos no me generan credibilidad. Van dando lecciones de patriotismo, pero no nos hemos pasado la vida luchando contra el nacionalismo en el Pais Vasco para que ahora tengamos que aguantar un nacionalismo español, o madrileño.

Iñaki Oyarzabal para Jot Down 2

¿Crees que Esperanza Aguirre puede liderar el PP de Madrid tras su incidente con los agentes de movilidad, Granados, los espías…?

Dijo Rajoy el otro día que Esperanza Aguirre se había equivocado mucho. Casi todo el caso Gürtel concierne a personas del PP madrileño, igual que la última trama cuyo supuesto cabecilla es Granados. Los que más lecciones daban, tenían la porquería en casa. Hace falta una renovación profunda en el PP madrileño, abrir puertas, ventanas y hacer una limpia importante. Se han hecho cosas buenas en Madrid, pero necesitamos una renovación generacional que devuelva la credibilidad al partido.

Jóvenes como el pequeño Nicolás.

Eso es de coña, una broma. Creo que me escribió por Facebook una vez. Y me lo he encontrado en muchos sitios, en la puerta, haciéndose fotos con la gente. Siempre me pareció que tenía cara de poco espabilado, no sé cómo tanta gente ha caído en este engaño. Las apariencias engañan.

Parece ser que uno que tenía trato con él era Aznar.

Lo desconozco y me sorprendería.

En la investigación del caso el juez admite la sospecha de que pueda haber un pez gordo detrás. ¿Temes alguna sorpresa?

Soy el primero que quiere que se llegue hasta el final para ver si hay algo más o es una especie de choteo.

Este asunto, sumado al de Bárcenas, deja una imagen de que en España abundan los conseguidores, que se pueden comprar favores políticos…

No creo que España sea eso. Si alguien ha querido conseguir favores a través de un personaje como Nicolás se merecen la estafa.

Volviendo a la derecha mediática madrileña, ¿admites que tiene algo de cierto el argumento de los nacionalistas catalanes y vascos cuando se quejan de que desde Madrid se pretende gobernar España como un cortijo?

No. Los nacionalistas mantienen posiciones sectarias en sus comunidades. Para ellos todo lo que no es nacionalismo vasco o catalán es nacionalismo español y eso es una gran falsedad. España es un país muy descentralizado donde casi todo se ha pactado con las comunidades. Defender que las comunidades ricas aporten más al conjunto es un discurso que tiene que ver con la solidaridad, no con el nacionalismo español. España no es un Estado centralista. Si los Gobiernos de España hubiesen actuado como actúan los nacionalistas catalanes o vascos en sus territorios nunca se habría descentralizado nada.

Mas en Cataluña pidió un régimen como el vasco y el navarro, el concierto.

En el caso vasco nos remontamos a siglos atrás, a los fueros, reconocidos por la Constitución y un concierto económico pactado desde el siglo XIX. En el 78 el País Vasco lo reclamó y se plasmó en la ley. Pero los catalanes, en el debate constitucional no quisieron esa fórmula. El problema es que las demandas de Mas en este asunto son pura estratagema. Su objetivo es separarse de España y busca ir dando pasos.

Por otro lado, la Constitución y los estatutos de autonomía supusieron un gran pacto, el pacto entre los que querían una gran descentralización y los que veían un riesgo en ella. Parece claro que en ese pacto ganó la apuesta descentralizadora, la que reconocía la diversidad. Los nacionalistas recibieron competencias plenas en casi todas las materias. Por eso, si ahora lo quieren cambiar, si todo les parece poco y quieren reabrir el melón, volver atrás, solo podremos resolverlo si se respetan las reglas de juego.

¿Qué tiene de mala la Ley de Claridad canadiense para resolver una disputa como esta?

En Canadá había dos comunidades, una claramente francófona. Escocia fue un reino con instituciones propias, independiente de Inglaterra. Son realidades distintas. En Irlanda del Norte había dos comunidades enfrentadas, sacudiéndose por la calle, comunidades religiosas distintas. Había una ruptura social, muros incluidos. Lo que es verdad es que algunos han intentado que una situación así se produjera en el País Vasco. No sé si otros buscan crear tensión en Cataluña para que la situación exija una solución de este tipo.

Si tenemos en cuenta que la dictadura impuso una identidad nacional desde el nacionalismo español, igual una salida canadiense serviría para legitimar una identidad española democrática. Que no pueda usarse como argumento que te han obligado a ser español.

La gente mayor, la que vivió el franquismo, no es la más independentista. Todo lo contrario. Porque la identidad nacional de España es muy anterior a la dictadura, somos la nación más antigua de Europa y llevamos siglos participando de un proyecto común. El empeño en deslegitimar la democracia española trata de justificar actuaciones ilegales o el fraude de ley.

Los nacionalistas catalanes llegaron a un acuerdo en la Transición, asumieron el pacto constitucional. Han gobernado desde entonces con un poder casi absoluto, sin controles, como acaba de verse en el caso Pujol, ¿y ahora dicen que todo esto no vale para nada y necesitan un referéndum? Señores, aquel pacto les reconocía como comunidad autónoma, también su hecho diferencial, y ellos a su vez reconocían que la soberanía nacional residía en el pueblo español.

Si una mayoría absoluta en el parlamento catalán que quiere la independencia…

Diálogo siempre, pero en el marco de la ley. La Constitución prevé que para cambiarla tienes que alcanzar un acuerdo. ¡Búscate la vida para encontrarlo! Pero a las bravas… ¿por qué los demás tenemos que asumir que limiten nuestros derechos?

Dijiste que la derogación de la doctrina Parot ni te gustaba ni la compartías. Pero defender la retroactividad de la ley era pretender defender la democracia vulnerándola.

Muchos juristas planteaban que la doctrina Parot era defendible en su aplicación de acuerdo a la ley y nuestro ordenamiento, que debían seguir en la cárcel cumpliendo sus penas. Estaba acreditado con informes sólidos que eso se podía defender en Europa. Creo que los etarras se venían aprovechando de una legislación frágil. Nos posicionamos con las víctimas, por convicción y porque se lo debíamos. Del mismo modo defendí que, en todo caso, se debía acatar la sentencia, y me pusieron a parir. Me parecieron injustas las críticas al juez Grande Marlaska que ha peleado tan duro contra el terrorismo, cuando tuvo que poner en la calle a los etarras porque lo dijo una sentencia. Solo cumplió con su obligación.

Te insultaron en la manifestación que hubo a continuación en Madrid.

Ese día en Colón viví lo mismo que en el País Vasco cuando me llamaban franquista, fascista y nos tiraban piedras o huevos. La gente que nos increpaba, era una minoría calentada previamente. Losantos me llevaba insultando muchos días. Algunos quisieron convertir esa manifestación en una protesta contra el PP de Rajoy. Hasta me llamaron maricón. Veía caras llenas de ira, gestos que no recordaba desde las manifestaciones en Euskadi. Me dio rabia cómo lo había distorsionado todo cierta derecha mediática en su afán por dañar a Rajoy con esa falsa teoría de la traición a las víctimas. No lo consiguieron, la mayoría de los asistentes no les secundaron. Pero vi siglas ultras en los carteles que portaban algunos de los que gritaban. Todo aquello me dio pena.

¿Es compatible con tu cargo de secretario de Justicia, Derechos y Libertades que alguien del partido diga, como hizo Mayor Oreja, que el franquismo fue un periodo de «extraordinaria placidez»?

No comparto esas palabras. Es una opinión personal, no del PP. Creo que debemos ser especialmente sensibles con los que sufrieron y sobre todo con los que todavía tienen algo que resolver en relación con aquella época; encontrar cuerpos de sus familiares, reconocimiento, reparación… Deben tener el acompañamiento de la administración y del PP. No hemos tenido la suficiente cercanía desde el primer momento.

¿Compartes las palabras de tu compañero Chema Herzog en Salvados de que Mayor Oreja podría estar lucrándose con el conflicto vasco por sus intereses en empresas de seguridad?

Es otra opinión personal también. Y me pareció un tanto gratuita porque es muy grave y no se corresponde con la realidad. He sido crítico con Mayor Oreja, no comparto muchas de sus posiciones actuales, creo que ha cambiado desde que fue para mí una referencia política, pero no creo que esa acusación se ajuste a la verdad.

Iñaki Oyarzabal para Jot Down 3

Te pregunto por Otegi como por la derogación de la Parot solo que al revés: supongo que acatas que esté en prisión, pero ¿te parece justo?

Si unos jueces han decidido que tiene cuentas pendientes que cumplir por reorganizar la cúpula de Batasuna, que es ETA, y yo estoy convencido de que es así, que las cumpla. Independientemente de que Otegi tenga un peso político e incluso nos pueda resultar una persona de trato amable, no podemos perder la perspectiva: Batasuna señalaba los objetivos de ETA, expulsaban a la gente del País Vasco por sus ideas.

Aunque es cierto que Otegi ha tratado de convencer a los más duros de que la vía armada ya no tiene sentido, ha formado parte de esa organización criminal y ha liderado las estructuras colaboradoras. Y si han decidido desistir de la acción terrorista ha sido por táctica política. Solo porque veían que la sociedad ya no tenía estómago para tanto. A Otegi lo quieren convertir en mártir porque el objetivo es que, cuando salga, lidere la izquierda abertazale.

Te opusiste a que se llevase a las aulas a las víctimas de abusos policiales entre 1969 y 1978 dentro del Plan de Paz y Convivencia 2013-16.

El gobierno vasco lo mezcla todo. Lo que inicialmente era un plan para deslegitimar el terrorismo en las aulas, ha terminado siendo un plan para favorecer la teoría del conflicto. Al PNV se le está yendo la Educación de las manos, los sindicatos mayoritarios en la docencia son los abertzales próximos a Bildu, no al PNV. El problema residía en el alto porcentaje de la juventud vasca que justifica el terrorismo de ETA para conseguir fines políticos. De ahí la necesidad del plan. Porque al GAL, la represión de la dictadura o los atentados de la ultraderecha nadie los justifica. Y si en ese contexto equiparas a las víctimas de ETA con las de excesos policiales, si el relato contribuye a la teoría de que ETA luchaba contra una dictadura represora, que fue un terrorismo de contestación, que hubo dos bandos, etc… Pues no puedo estar de acuerdo. Ese es un relato falso y manipulador.

Javier Maroto, alcalde de Vitoria, manifestó que «argelinos y marroquíes» vivían de las ayudas sociales sin ningún interés por integrarse. Y le respaldaste.

Detectamos fraude en la Renta de Garantía de Ingresos. Había fraude en el padrón. Gente que no vivía en Vitoria, que se empadronaba pero seguía en Madrid o Barcelona, y recibía ayudas de novecientos euros al mes. Y otros que realmente necesitaban esas ayudas y vivían en Vitoria no las tenían. Quizá cometimos un error al expresarnos en estos términos, pero era un debate que había que abrir.

También impulsó una ley para que los locutorios estén a seiscientos metros unos de otros, en una ciudad de seis kilómetros de diámetro, y que tengan los escaparates despejados para ver qué sucede dentro. Y dijo que con una nueva ley del Gobierno Vasco sobre libertad religiosa iban a crecer las mezquitas «como champiñones».

Muchos de esos locutorios vendían productos para los que no tenían licencia, hacían competencia a otro tipo de comercios, y los representantes vecinales y los comerciantes querían que se regulase. En cuanto a las mezquitas, Vitoria es la población vasca con mayor número de musulmanes. Estamos defendiendo la libertad religiosa, la libertad de culto, pero hay que ordenarlo de algún modo. Igual que se hace en un bar o un restaurante, en un centro de culto hay que regular aforo, ruidos, seguridad, etc…  Porque afecta a comunidades de vecinos. Y solo hemos tenido problemas con una, la de Zaramaga. 

Leo los detalles de la noticia sobre
esa mezquita: «El colectivo paquistaní obtuvo todas las licencias pertinentes para instalar su mezquita cuando el Ayuntamiento estaba gobernado por el PSE. El PP hizo de estos temas una de sus banderas durante la campaña electoral del 22-M y prometió que quitarían la licencia si ganaban».

La libertad de culto no implica que yo pueda abrir mezquitas donde me da la gana. Ahora se están abriendo de acuerdo a otro tipo de ordenanzas y Javier Maroto, al haber un conflicto social, tratar de buscar una solución. Intentó tranquilizar a la plataforma vecinal y también a la comunidad paquistaní, se les planteó y facilitó abrir la mezquita, pero en otro lugar. Tampoco te dejan montar una iglesia católica donde te dé la gana.

Bárcenas. Apareció una carpeta verde con el nombre de «sede Bilbao» y reconoció que se financió con dinero negro.

Dijo que la sede de Bilbao se pagó en parte con la donación de un empresario que, al parecer, contribuyó con dinero B. Yo no tenía ninguna responsabilidad en esa época, pero me tocó el año pasado dar explicaciones. Y sacamos todos los papeles, se los dimos a la prensa, todos los extractos de cuentas. Pudimos demostrar que la dirección nacional, de cuenta oficial a cuenta oficial, entregaba dinero al PP vasco periódicamente, algo que es normal. Solo sabemos que se hizo esa compra con una aportación económica que hacía Génova al PP vasco.

Bárcenas dijo que Rajoy y Aznar recibían sobresueldos en B. Aznar denunció a los medios que lo publicaron, pero no le han dado la razón. ¿Qué pasa con Rajoy?

De la basura que Bárcenas ha soltado no me creo la mitad de la mitad. Todo apunta a que ha tratado de aprovechar su puesto en el partido para enriquecerse. A Rajoy sí le creo, conozco su trayectoria personal, es austero y comedido en su vida privada. Tal vez más lento de que lo que debería en su reacción con todo esto, pero es que a todo el mundo en el PP le ha desbordado tanta basura.

¿Qué interpretación haces de aquel «Luis, sé fuerte»?

No me atrevo a calificarlo. Responde al final de una relación personal, un SMS de cortesía en un momento difícil.

Cuando se publica en El Mundo, Unidad Editorial deja de recibir publicidad institucional y acaba con el director del periódico.

No lo creo. En todo caso, tengo la peor opinión del director de ese periódico. He visto muchas informaciones tergiversadas, manipuladas. En temas en los que yo tenía conocimiento de causa he visto cómo han tratado de desinformar. Manipular la opinión de sus lectores. No creo que haya habido ningún tipo de operación de derribo contra él. Este gobierno está dando el mismo apoyo a los medios en un contexto, además, en el que todos están siendo enormemente críticos con Rajoy.

Retirarles la publicidad institucional…

A mí eso no me consta.

Lo he visto publicado, sería una difamación si es falso.

No sé si ha salido publicado ni dónde.

En un artículo en eldiario.es firmado por su director, Ignacio Escolar.

Eldiario.es ni es la Biblia ni el boletín oficial, no tengo por qué dar por buenas esas informaciones no contrastadas.

Cómo no se dan cuenta las elites de un partido de que tienen corruptos si estas irregularidades, como en el caso Bárcenas, hasta implican a empresas importantes.

Los corruptos solo levantan sospechas si llevan un nivel de vida estratosférico. Me cuesta mucho creer, por ejemplo, el tren de vida de los hijos de Pujol. Yo sé lo que gana un político y si es honrado tiene que llevar una vida bastante normalita.

¿Cuánto ganan los diputados vascos?

Tres mil quinientos euros más alguna dieta. No te da para vivir con Ferraris y cacerías como los hijos de Pujol. Su alto nivel de vida chirría. Pero muchos de estos imputados en el caso Púnica se lo estaban llevando a Suiza para que no se notase, hacían cosas más difíciles de detectar.

El marido de Ana Mato tenía un Jaguar, a Granados le quemaron el coche del garaje y resulta que estaba a nombre de una constructora. ¿No canta?

A mí lo que me chirría es lo de Suiza, si tienes cuenta allí te pongo en cuarentena. Y hay Jaguars más baratos que un Audi. Tener un coche bueno no implica que seas corrupto, no debemos exagerar. Los partidos no funcionan como un Gran Hermano, la gente está trabajando en sus puestos y no hay una especie de GESTAPO que permita destapar quién está actuando de manera impropia o ilegal. Ahora es la primera vez que hay un verdadero control y lo está haciendo Rajoy. Los casos que salen son anteriores y con estas medidas será muy complicado que puedan repetirse.

Iñaki Oyarzabal para Jot Down 4

¿Qué opinas del ascenso de Podemos que muestran las encuestas?

Es el reflejo de un cabreo social, un hartazgo, la indignación de los ciudadanos con los políticos. Creo que tiene que ver con el descrédito de la política. La falta de respuesta a los problemas que ha tenido la gente. Dicho esto, también hay un discurso populista, que da donde duele, con frases fáciles y demagogia, con propuestas muy atractivas pero que rascas un poco y no son más que un engaño. Hay una enorme expectación, pero sus propuestas generarán una gran frustración. Sus referencias internacionales son prácticamente países donde se han recortado las libertades y los derechos, donde no hay una democracia plena. Existe la preocupación de que aprovechándose del cabreo popular con un discurso demasiado fácil quieran recorrer un camino demasiado rápido sin explicar lo que quieren hacer y las consecuencias que tendrían sus políticas. Van muy rápido, con mucho discurso espectáculo en la televisión, pero sin realmente explicar con sinceridad cuáles son sus compromisos.

El PP en 2011 se comprometió a no subir impuestos, a no tocar las pensiones, ni la Sanidad ni la Educación.

Creo que solo ves La Sexta y compras Público. Menos impuestos, más empleo, ha sido un lema del PP siempre; hemos defendido que cuando se pueda se bajen los impuestos a las clases medias. En cambio, la izquierda siempre ha defendido subir los impuestos. El PP, cuando ha tenido que subir el IVA ha sido porque las políticas socialistas habían dejado la caja vacía, el país arruinado hasta la bancarrota. Pero nuestro compromiso es que en cuanto todo esté mejor, volver a bajarlos. Rajoy ya ha planteado una rebaja para el año próximo.

En cuanto a las pensiones, Rajoy no las ha tocado. Y en relación con la Sanidad y la Educación, se han tenido que salvaguardar los servicios esenciales, los ajustes se han tenido que hacer porque no llegaba para pagar las nóminas con el país que dejaron los socialistas. Ya nadie habla de la prima de riesgo, ¿por qué? Porque las políticas de Rajoy han dado resultado.

En el programa electoral de 2011 del PP se hablaba vagamente de una «reforma integral del mercado de trabajo», pero no de lo que ocurrió tres meses después: supresión de la ultractividad de los convenios, abaratar el despido…

El PP nunca ha tenido ningún complejo en explicar que este país necesitaba una reforma integral del mercado de trabajo, que buscábamos mayor flexibilidad. Teníamos cinco millones de parados que nos había dejado Zapatero. Sin quitar rigideces no podíamos darle la vuelta a esto. Algunos prefieren que la situación siga así para pescar votos del sufrimiento.

Igual es un problema de lenguaje, donde dices eliminar la rigidez otros hablan de devaluación interna.

La devaluación es la que expulsa a la gente del mercado de trabajo, la que deja este país en la ruina como lo dejaron los socialistas, endeudados hasta las cejas y sin ningún crédito internacional. Eso es lo que pone en riesgo el bienestar. Es de un cinismo impresentable que vayan a mirar qué ajustes se hacen en los presupuestos los que se gastaron lo que no tenían. Si hemos tenido que recortar es por culpa de los que lo critican, de las políticas de despilfarro de la izquierda.

Se habla de una gran coalición de PP y PSOE si Podemos sigue subiendo. Vosotros ya la ensayasteis en el País Vasco.

En Euskadi hicimos lo que teníamos que hacer para posibilitar la alternancia tras treinta años de gobiernos nacionalistas. Pero Patxi López nunca se creyó que fuese lehendakari, le pilló de sopetón. Le pedimos que levantara las alfombras, que metiera mano y o no supo o no se atrevió. Además, trataron de deslegitimarle porque repetían que se forjaba una mayoría apoyada en la ilegalización de la izquierda abertzale.

La gran coalición como proyecto para toda España sigue siendo un tabú, pero en otros países, los más desarrollados del mundo, no han tenido problemas en que haya coaliciones entre populares y socialistas. No es un drama.

Despediste a Gallardón cuando dimitió como un referente.

Ha sido un referente para todos los que hemos querido una derecha moderna. Que su trayectoria política se ponga en duda por su posición en el tema del aborto no me parece justo. El problema es que no se ha entendido su postura, que se basa en una convicción íntima y personal. Defendía que había que mejorar esa ley para ampliar derechos, no limitarlos. Incluir el derecho de los no nacidos, el de la objeción de conciencia, una ley más avanzada.

Dar rango de ley a una «convicción íntima y personal»…

No quería imponer sus convicciones, quería buscar el equilibrio entre los derechos de la mujer a tomar sus propias decisiones con su cuerpo y con su vida con los derechos del no nacido. Hay momentos en los que pueden colisionar y él quería regularlo. También reconocía el derecho de los padres a conocer y opinar sobre la decisión de sus hijas menores de dieciséis años, la objeción de conciencia, etc. La verdad es que no logramos explicarlo bien.

Declaraste públicamente que eras homosexual. ¿Cómo te sentiste cuando salieron a la calle las manifestaciones del Foro de la Familia en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo?

Sentía respeto por quienes opinan distinto. Lo mismo que lo pido para los que hemos defendido mi posición. Defendí dentro y fuera de mi partido que el matrimonio homosexual no perjudicaba a nadie, que no iba en contra de la familia.

En un partido con miembros de Opus, ¿cómo es el equilibrio de poder, o el arbitraje entre corrientes, para que tú con tus posiciones te sientas cómodo militando?

Conozco a muchos más militantes que no son dogmáticos, que defienden un estado laico. El PP es un partido mucho más abierto de lo que pretenden hacer creer. Yo soy el ejemplo más claro. Reconocí que era homosexual en una ciudad pequeña, de una provincia pequeña, y me encontré un partido tolerante y respetuoso con mi condición sexual. Nunca he tenido ninguna cortapisa. Al contrario, después de decir que era gay entré en la ejecutiva con Rajoy. Y como yo hay muchos homosexuales y lesbianas en el PP en cargos de relevancia que trabajan sin ningún problema.

¿Cómo está Euskadi desde que ETA no mata?

Hay menos presión, sin duda. Ya solo quedan unas treinta o cuarenta personas protegidas en el PP vasco, hace siete años eran casi cuatrocientas. Podemos ir sin escolta por la calle. Los empresarios ya no sufren extorsión. Los colectivos más señalados viven más tranquilos. Pero no me voy a quedar solo con eso de que ya podemos entrar en el casco viejo sin miedo o que podemos ir a cualquier pueblo. Poder, podemos, pero realmente no ha desaparecido el problema. No quiero regodearme en lo malo, pero el miedo que han inoculado durante treinta años no va a desaparecer en dos. Se ha perdido el miedo a que te partan la cara en un bar o te pongan un petardo en casa de tus padres, pero miedo sigue habiendo. Hay pueblos donde nos votan mil personas y no conocemos a ninguno. No se quieren identificar por miedo.

¿Sabes qué ha pasado en el País Vasco? Que mucha gente que ha votado al PP ha construido su vida como si fuera del PNV, para pasar desapercibidos. Se han travestido de nacionalistas para vivir más cómodos. Cuando has vivido toda tu vida en la fábrica, en tu sociedad gastronómica, haciéndote pasar por nacionalista, porque los nuestros que viven en Azpeitia también hablan euskera, llevan la misma txapela y van al mismo partido de pelota; después de tanto tiempo es difícil explicar… Es como salir del armario. No es lo mismo decir que eres gay con dieciocho años que con cuarenta o cincuenta. Cuando ya te has casado y tienes hijos es mucho más complicado. Los no nacionalistas seguimos sin visibilidad en muchos pueblos, no estamos en el paisaje social porque nuestra gente sigue teniendo reparo, miedo y apuro a la hora de significarse cercano al PP, a la hora de decir con naturalidad que se sienten tan vascos como españoles.

Iñaki Oyarzabal para Jot Down

Fotografía: Guadalupe de la Vallina

La entrada Iñaki Oyarzabal: «Hace falta una limpia importante en el PP madrileño» aparece primero en Jot Down Cultural Magazine.


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